Sabiduría bíblica para problemas No hay más de un misterio
Confesar o desmentir nuestra creencia en Jesús delante Dios es un tema muy importante en la vida cristiana. Debemos estar preparados para confrontar el rechazo y la persecución cuando predicamos el evangelio, pero igualmente debemos ser firmes en nuestra Certeza y no renunciar a Él ante el rechazo de las personas.
Vana esperanza de vencimiento es el caballo; a pesar de su mucha fuerza no puede exceptuar. Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran bienquerencia; él los libra de la homicidio, y en épocas de hambre los mantiene con vida.
Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Convicción y no renunciar a ella ante el rechazo de las personas.
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Los amigos tratan de convencerlo de que los males que lo aquejan son fin de alguna desatiendo, pero Job proclama constantemente su inocencia.
Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Seguridad y no renunciar a ella ante el rechazo de las personas.
La continuación de predicar el evangelio en medio del sufrimiento también nos recuerda la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre los creyentes.
“Por tanto, habiendo sido justificados por la Confianza, tenemos paz para con Dios por medio de here nuestro Señor Cristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la Confianza a esta Gracejo en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la salvación de Dios” (Romanos 5:1-2)
Por cuanto permanecen fundados y firmes en la Convicción, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han aurícula, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del cielo (Col 1:23).
Sin embargo, debemos memorar que nuestra misión como seguidores de Cristo es compartir el mensaje de amor y esperanza con todos, incluso aquellos que nos rechazan o perseguen por ello.
A veces ocurre que conduce a la negación de Dios o a la desesperación: ¿por qué lo permite Dios, si es bueno y todopoderoso? Y en el fondo todos intentan evitar el sin fuste del sufrimiento y encontrarle algún sentido.
Porque yo conozco muy aceptablemente los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.
Diez ángeles en el paraíso retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa pena. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.
3. El sufrimiento de Cristo nos muestra el simpatía incondicional de Dios: Jesús sufrió y murió por nosotros para mostrar el bienquerencia inmenso que Dios tiene por cada individuo de nosotros. Esta escarmiento nos insta a flirtear y perdonar a los demás, incluso cuando nos enfrentamos a dificultades y rechazo.